Si el hombre se da cuenta, aunque sea un poquito, de su condición
deplorable; si trata de hacer el más pequeño de los esfuerzos;
si posee la más mínima actitud receptiva; entonces puede
corregirlo y puede progresar en el sendero de yoga. Si por el
contrario, es cabeza dura y obstinado, si está lleno de
egoísmos, si deliberadamente cierra sus ojos y endurece su
corazón a la verdad o a la luz divina - entonces nada ni nadie le
puede ayudar.
El aspirante tiene que tener consentimiento total, debe consentir con
todo su ser (sarva bhava) para cambiar su naturaleza baja a
naturaleza divina. Debe entregarse totalmente, sin reservas, al
Señor o su gurú. Debe tener un deseo persistente y un
espíritu verdadero. Solo entonces habrá un cambio verdadero.
Yoga solo puede ser practicado por aquellos que tienen la
disciplina y por aquellos que están dispuestos a deshacerse del
ego y sus demandas. No existen términos medios en el sendero
espiritual. Una disciplina rígida de los sentidos, de la mente y
austeridad rigurosa, tapas, y meditación constante se necesitan
para la realización de Dios.
Las fuerzas hostiles siempre están listas para arrollarte si les
das la menor oportunidad, si no estás alerta y te descuidas, y les
das el menor chance. Yoga no se puede practicar si te apegas a tus
hábitos viejos, a tu naturaleza baja.
No puedes vivir una vida doble. La vida pura divina, la vida de yoga,
no puede existir con la vida mundana de pasiones e ignorancia.
Levántate de esa vida del cuerpo a un nivel más elevado de
conciencia divina.
No puedes dar rienda suelta a tu ego y a tu mente mundana si quieres
llegar a ser un yogi. La naturaleza baja con su arrogancia,
ignorancia, y turbulencia, se interpone en el descenso de la luz
divina.
Conoce la verdad, el absoluto. Entonces serás liberado, salvado,
iluminado, serás libre. Sólo puedes conocer a Brahman si llegas
a ser Brahman. Ser Brahman es identificarse con el alma suprema que
constituye tu naturaleza divina. El río se une con el océano y
se convierten en lo mismo. La gota se mezcla con el mar y es lo mismo
que el mar.
Swamu Sivananda
deplorable; si trata de hacer el más pequeño de los esfuerzos;
si posee la más mínima actitud receptiva; entonces puede
corregirlo y puede progresar en el sendero de yoga. Si por el
contrario, es cabeza dura y obstinado, si está lleno de
egoísmos, si deliberadamente cierra sus ojos y endurece su
corazón a la verdad o a la luz divina - entonces nada ni nadie le
puede ayudar.
El aspirante tiene que tener consentimiento total, debe consentir con
todo su ser (sarva bhava) para cambiar su naturaleza baja a
naturaleza divina. Debe entregarse totalmente, sin reservas, al
Señor o su gurú. Debe tener un deseo persistente y un
espíritu verdadero. Solo entonces habrá un cambio verdadero.
Yoga solo puede ser practicado por aquellos que tienen la
disciplina y por aquellos que están dispuestos a deshacerse del
ego y sus demandas. No existen términos medios en el sendero
espiritual. Una disciplina rígida de los sentidos, de la mente y
austeridad rigurosa, tapas, y meditación constante se necesitan
para la realización de Dios.
Las fuerzas hostiles siempre están listas para arrollarte si les
das la menor oportunidad, si no estás alerta y te descuidas, y les
das el menor chance. Yoga no se puede practicar si te apegas a tus
hábitos viejos, a tu naturaleza baja.
No puedes vivir una vida doble. La vida pura divina, la vida de yoga,
no puede existir con la vida mundana de pasiones e ignorancia.
Levántate de esa vida del cuerpo a un nivel más elevado de
conciencia divina.
No puedes dar rienda suelta a tu ego y a tu mente mundana si quieres
llegar a ser un yogi. La naturaleza baja con su arrogancia,
ignorancia, y turbulencia, se interpone en el descenso de la luz
divina.
Conoce la verdad, el absoluto. Entonces serás liberado, salvado,
iluminado, serás libre. Sólo puedes conocer a Brahman si llegas
a ser Brahman. Ser Brahman es identificarse con el alma suprema que
constituye tu naturaleza divina. El río se une con el océano y
se convierten en lo mismo. La gota se mezcla con el mar y es lo mismo
que el mar.
Swamu Sivananda
No hay comentarios:
Publicar un comentario