Cuenta una fábula que se hallaba el buda en el bosque de Jeta, cuando llegaron numerosos ascetas de diferentes escuelas y tendencias filosóficas. Algunos decías:- El mundo es eterno. Eso es lo cierto y todo lo demás es un engaño. Otros aseguraban:- El mundo no es eterno y esta es la única verdad. Unos aseveraban que el mundo es infinito y otros que el mundo es finito. Unos, que el cuerpo y el alma son lo mismo, y otros, que son dos realidades diferentes. Algunos, que el Buda tiene existencia tras la muerte, y otros, que carece de tal. Otros, que el Buda ni existe ni no existe tras la muerte. Y así cada uno de ellos sostenía sus puntos de vista, en la convicción de que los suyos eran los verdaderos y los demás los falsos. Así pasaban su tiempo en cerradas polémicas e incluso llegaban a la indignación y el insulto. Todo ello fue oído y visto por un grupo de monjes, que después le relataron al bienaventurado lo sucedido. Buda comentó:- Monjes, esos disidentes son ciegos que no ven, que desconocen tanto la verdad como la no verdad, tanto lo real como lo no real. Ignorantes, polemizan y se enzarzan como me habéis relatado. Ahora os contaré un suceso de los tiempos antiguos. Había un rajá que mandó reunir a todos los ciegos que había en Savathi y pidió que les pusieran un elefante. Así se hizo. Se les instó a los ciegos a que tocasen el elefante. Uno tocó la trompa, otro el colmillo, otro la pata, otro la cabeza y así sucesivamente. Después el rajá se dirigió a los ciegos para preguntarles: - ¿Qué os ha parecido el elefante que habéis tocado? - un elefante se parece a un cacharro - contestaron los que habían tocado la cabeza.- Es como un cesto de aventar - aseguraron los que hubieron palpado, la oreja.- Es un granero - insistieron los que tocaron el cuerpo. Y así sucesivamente. Y cada uno, empeñado en su creencia, empezaron a discutir y querellarse entre ellos. Es así. Cada uno usa su marco de referencia ego para interpretar los hechos que ocurren a su alrededor, como si fuéramos ciegos y sin posibilidad de ver las cosas desde otra perspectiva. Es por eso mejor estar conciente que todo depende de la percepción y de la interpretació n, no solo seremos totalmente independientes de las opiniones, deseadas o no, de los demás, sino que también podremos abrirnos a la posibilidad de cambiar.Libérate. |
martes, 19 de agosto de 2008
LOS CIEGOS Y EL ELEFANTE(CUENTO ZEN)
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