jueves, 15 de mayo de 2008

PARABOLA DEL AMOR

"Te moldearé", le dijo el hacha al pedazo de hierro mientras descendía
con toda su fuerza sobre uno de sus costados. Pero a cada golpe que le
daba iba perdiendo su filo, hasta que después de un rato aquella
herramienta no pudo más, había quedado completamente obtusa.

"Déjenmelo a mí", repuso el serrucho mientras clavaba sus dientes en
el pedazo de hierro, los cuales fueron desapareciendo uno por uno.

"Yo me encargaré de modelarlo", profirió con arrogancia el martillo,
mientras se burlaba de sus compañeros que habían fracasado. Pero
después de varios golpes se le quebró el mango y se le desprendió la
cabeza.

"¿Me permiten probar?, inquirió humildemente una pequeña llama. Los
tres se rieron a carcajadas, pero se lo permitieron porque estaban
convencidos de que también iba a fracasar. Sin embargo, aquella
llamita cubrió el pedazo de hierro; no se desprendió de él, lo abrazó
y lo abrasó con tanto calor.. que destilaba ternura,hasta volverlo
blando y darle la figura que quería. Aquella pequeña llama logró lo
que las otras tres poderosas herramientas no pudieron alcanzar. Así es
el amor.

Hay en el mundo corazones tan duros que pueden resistir los hachazos
de la ira, los dientes del encono, y los golpes de orgullo y del
rechazo, pero por más severo que sea el corazón de la persona, no
podrá resistir los embates del amor; porque el amor es la fuerza más
poderosa de este mundo.

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